Artículo escrito por Adrián Serrano, presidente de la Asociación de Economía Social de Aragón, y publicado en la revista número 80 de Economía Aragonesa. La revista Economía Aragonesa cumple 25 años “como referencia en el territorio”
La revista Economía Aragonesa editada por el servicio de estudios de Ibercaja cumple 25 años. Se ha presentado el número 80 de una publicación que se ha convertido en “referencia del análisis en el territorio”. Así lo ha dicho en la clausura de la presentación el director general de Política Económica, Javier Martínez, que ha querido poner en valor la calidad de sus análisis durante todos estos años.
Para el director general, la publicación “ha cumplido con creces el objetivo con el que nació. Analizar las tendencias de la economía de la Comunidad. Algo que ha conseguido adelantándose en muchas ocasiones a lo que iba a pasar”. Asimismo, ha querido recordar en su discurso al exconsejero de Economía del Gobierno de Aragón, Francisco Bono, que dirigió la publicación: “En esa primera edición escribía un artículo que decía que algunos de los potenciales de Aragón, eran recursos naturales como el espacio, el agua o la energía, algo que sigue de completa actualidad y que en el Gobierno vamos a potenciar”, ha indicado.
Por su parte, el director del Área Financiera de Ibercaja, Antonio Martínez, ha querido agradecer a “todos los que han colaborado y apoyado la publicación”. El directivo de la entidad ha analizado la evolución de la economía en este periodo “que ha crecido un 30%, cuatro puntos más que la media española. Éramos la séptima comunidad y ahora somos la quinta”. Antonio Martínez ha destacado, además, el “aumento de la competitividad y la productividad de la economía” pero “ha querido huir de la complacencia. La productividad por empleado no crece desde 2014. Comparamos bien con España pero hay que seguir mejorando”.
La revista Economía aragonesa incluye en este número 80 un análisis de la evolución de la economía regional entre 1998 y 2022 y 25 artículos de perspectivas sectoriales y macrotendencias transversales que han incidido estos años en la economía aragonesa, proporcionados por diferentes organizaciones empresariales, instituciones académicas y clústeres de Aragón.
Entre los sectores destacados figuran el sector primario, la industria agroalimentaria, el energético, el sector de la gestión y el uso eficiente del agua, el inmobiliario, el de automoción y movilidad, el logístico, el aeronáutico y aeroespacial, el sector comercial, el tecnológico, el científico-sanitario, el audiovisual, el turístico, el de la economía social y el sector financiero.
En estos 25 años, Economía aragonesa ha publicado casi 12.000 páginas, 284 estudios monográficos o 111 visiones de periodistas especializados de la Comunidad.
Número 80 de la Economía Aragonesa, Publicación Cuatrimestral de Ibercaja Banco S.A.
La Economía Social: evolución, retos y oportunidades, página 163 de la revista
Cuando hablamos de Economía Social, estamos hablando de una forma diferente de hacer economía. Es un modelo, en el que las empresas y entidades que lo desempeñan, ponen a las personas en centro de sus acciones y decisiones, dan primacía al fin social sobre el capital, y revierten ese beneficio económico en mejorar la calidad de la vida de las personas.
Además, se rigen por la transparencia, se caracterizan por su gestión participativa y democrática, y tienen una gran capacidad para agarrar población en los territorios. Ya que son empresas que no se deslocalizan y que permanecen arraigadas en el entorno en el que nacen, donde generan empleo estable y de calidad.
A parte de todo lo anterior, promocionan la solidaridad interna y con la sociedad; favorecen la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres; permiten la conciliación de la vida personal, familiar y laboral; generan cohesión social; ayudan a la inserción de personas en riesgo de exclusión social; y son muy atractivas para los jóvenes de hoy en día, porque comparten con ellos principios y valores como la solidaridad, la igualdad, o el compromiso con el medio ambiente y el planeta.
El Ecosistema de la Economía Social, como todos los agentes sociales y económicos, tiene el reto de conjugar bien los verbos de COOPERAR e INNOVAR ante todos los cambios y crisis que nos están afectando. Y surge para dar respuesta a todas estas necesidades aportando soluciones positivas e innovadoras a través de diversas formas y actuaciones, tanto en lo empresarial como en lo social.
La Asociación de Economía Social de Aragón es una RED de entidades de ámbito autonómico que Agrupa a 10 organizaciones, todas ellas son federaciones, plataformas o coordinadoras autonómicas y grupos empresariales específicos, que representan los intereses de Asociaciones, Fundaciones, Cooperativas, Sociedades Laborales, Mutualidades, Empresas de Inserción y Centros Especiales de Empleo.
Su objetivo es defender ante los poderes públicos los intereses de todas y cada una de las familias de la Economía Social aragonesa a las que representa, así como, promover, impulsar, visibilizar y desarrollar este modelo económico dentro de la comunidad autónoma de Aragón, para tratar de crear una sociedad más justa y solidaria.
En las últimas décadas, la economía social ha emergido como un modelo alternativo y resiliente asumiendo un papel trascendental como motor de desarrollo sostenible y promotor de la inclusión social en nuestras comunidades. En Aragón, ha experimentado un notable crecimiento y se ha consolidado como un actor clave en el desarrollo económico y social, donde más de 400.000 personas participan, colaboran o forman parte de este modelo. Han sido muchos, los hitos que la Economía Social ha logrado en estos últimos años, y en los distintos ámbitos, lo que le ha llevado a vivir un momento de máximo reconocimiento a nivel Internacional, Europeo, Estatal, Autonómico y, por supuesto, local.
Internacionalmente, hemos sido testigos de cómo la economía social se ha desarrollado y se ha fortalecido a lo largo del tiempo. Organizaciones internacionales, como la Organización Internacional del Trabajo ha hecho una resolución sobre el empleo decente que genera este tipo de empresas. También, la Asamblea General de Naciones Unidas, motivaba a los Estados Miembros a aplicar estrategias, políticas y programas en los que apoyar y potenciar la Economía Social como vehículo de desarrollo económico y social sostenible, además de ser un catalizador para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
España ha liderado la Economía Social en Europa, donde se ha aprobado un Plan de Acción Europeo, a través del cual la Comisión Europea, pretende favorecer el desarrollo de este modelo empresarial en todos los territorios de la Unión Europea y a todos los niveles. Además de poner en relieve la contribución a la reducción de la pobreza, así como, al crecimiento económico inclusivo de los países.
En España, hemos sido pioneros, siendo el primer estado miembro de la UE que en 2011 elaboro una Ley y posteriormente una Estrategia. Esta última, actualizada y aprobada con un horizonte 2023-2027. Igualmente, en este ámbito estatal, hemos sido testigos de cómo la economía social ha dejado una huella significativa en nuestra sociedad. Las cooperativas, asociaciones y empresas sociales han generado empleo de calidad, han contribuido a la descentralización de la actividad económica y han promovido una distribución más equitativa de la riqueza. Estas iniciativas han demostrado que es posible un modelo económico más justo y solidario, en el que el beneficio no sea el único objetivo, sino también el bienestar de las personas y la protección del medio ambiente.
En el ámbito autonómico, las comunidades han sido actores clave en la promoción de la economía social. Han desarrollado políticas que han fomentado la creación y consolidación de empresas sociales, facilitando su acceso a financiamiento y ofreciendo formación especializada. Además, han impulsado el emprendimiento social y han facilitado la colaboración y el intercambio de buenas prácticas entre los distintos agentes del sector. Gracias a estas acciones, se ha logrado un mayor arraigo de la economía social en las regiones, generando un impacto positivo en la economía y en la sociedad.
La economía social en Aragón tiene profundas raíces históricas y se ha nutrido de la tradición cooperativa y mutualista de la región. Desde sus orígenes en el siglo XIX, ha sido impulsada por el compromiso de los aragoneses con la justicia social y la equidad económica. En los últimos años, se ha registrado un incremento significativo en el número de cooperativas, asociaciones y otras entidades de economía social en la región, llegando a más de 7.500 (el 8,5% del total de las existentes en la comunidad). Estas organizaciones han demostrado su capacidad para generar empleo estable y de calidad a más de 22.000 personas (el 3,6% del total de empleo de Aragón), promover la inclusión social y fomentar la solidaridad entre sus miembros.
Asimismo, se ha aprobado una Ley Autonómica de Economía Social, la cual establece un marco normativo propio para regular este modelo. Y se ha aprobado el Plan Aragonés de Impulso a la Economía Social (2022-2025), una estrategia innovadora que surgió de un amplio proceso participativo, y que está en total consonancia con la misión y visión de los ODS y la Agenda 2030. Hecho que alinea a Aragón con otros planes que se han elaborado a distintos niveles y posiciona a la Economía Social como un eje de acción prioritario.
Finalmente, en el ámbito local, la economía social ha tomado protagonismo en nuestras ciudades y pueblos. Las iniciativas de economía social han revitalizado barrios y han generado empleo en sectores como el comercio justo, la agricultura sostenible, el turismo responsable y la atención a colectivos en situación de vulnerabilidad. La economía social en lo local ha demostrado ser una herramienta transformadora, capaz de fortalecer los vínculos comunitarios y generar una mayor cohesión social.
Zaragoza, cuenta con una estrategia de Economía Social, elaborada por el sector; y como fruto del nombramiento que hizo el Ministerio de Trabajo y Economía Social, a Teruel, como la primera Capital Española de la Economía Social se ha conseguido elaborar un Plan de Economía Social de la Ciudad de Teruel, y se ha constituido una Mesa de diálogo de la Economía Social.
A pesar de todos estos éxitos, la economía social en Aragón enfrenta diversos desafíos en la actualidad. Uno de los principales retos es fortalecer su visibilidad y reconocimiento en el ámbito público y empresarial. A menudo, estas organizaciones luchan por acceder a financiamiento adecuado y enfrentan barreras para participar en procesos de contratación pública. Además, deben superar obstáculos relacionados con la formación y capacitación de sus miembros, así como con la innovación y la adaptación a los cambios tecnológicos.
A pesar de los retos, la economía social en Aragón cuenta con diversas oportunidades para seguir creciendo y contribuyendo al desarrollo regional. Una de las oportunidades clave radica en la creciente demanda de productos y servicios sostenibles y socialmente responsables. La economía social está bien posicionada para satisfacer esta demanda a través de su enfoque en la responsabilidad social y la generación de impacto positivo en su entorno. Asimismo, la colaboración entre entidades de economía social y otros actores, como la administración pública y el sector empresarial, puede abrir nuevas perspectivas de crecimiento y desarrollo.
En resumen, La economía social en Aragón ha experimentado una evolución prometedora en las últimas décadas, consolidándose como un modelo económico y social que genera empleo, promueve la inclusión y fomenta la solidaridad. Sin embargo, aún enfrenta desafíos importantes, como la falta de visibilidad y reconocimiento público y empresarial.
Para superar estos retos y aprovechar las oportunidades a futuro, es fundamental fortalecer la colaboración entre entidades de economía social, mejorar su acceso a financiamiento y promover la formación y capacitación de sus miembros. Solo así podremos asegurar que la economía social en Aragón continúe su camino ascendente, contribuyendo al bienestar de la región y sentando las bases para un futuro económico más justo para todos y más sostenible para el planeta.
